martes, 4 de agosto de 2009

"..El triunfo de boca.."


Boca consiguió su primera victoria de la pretemporada al derrotar 1-0 al Lask austríaco en Linz, en un amistoso en el que mostró una enorme superioridad sobre su débil rival, pero en el que volvió a padecer de problemas en la definición. Por ese motivo, el gol que convirtió Sebastián Battaglia en el final del primer tiempo significó la única diferencia en el marcador.
Los primeros 45 minutos fueron los más relevantes del partido. Con el correr de los minutos y los sucesivos cambios que introdujeron los entrenadores, el juego se fue desvirtuando hasta terminar en un típico amistoso sin nada en juego. Sin embargo, la primera mitad sirvió para que Alfio Basile pudiera esbozar una sonrisa por un ensayo positivo, con un esquema con dos volantes de marca, dos mediocampistas ofensivos y dos centrodelanteros. Con Riquelme e Insúa asociados en la creación, el equipo argentino fue el dominador de las acciones, con innumerables chances de gol frente al arco adversario. Pero cada vez que tuvo una ocasión propicia chocó con el arquero Zaglmair, que se mostró muy seguro y confiable.
Insúa, con un remate desde lejos que salió desviado, otro que pegó en el palo y un mano a mano que no pudo resolver; Palermo, con un cabezazo alto tras un rebote del arquero; Viatri, con un cabezazo que controló Zaglmair y una entrada que no logró concretar ante el achique del guardavallas, tuvieron las ocasiones como para que Boca sacara la merecida diferencia en esa primera mitad. No obstante, recién en los últimos minutos logró la ventaja cuando Battaglia aprovechó un mal despeje de la última línea, se metió en el área y definió cruzado ante la salida del arquero.
Para la segunda mitad, Boca modificó su estructura. Primero, rearmó la mitad de la cancha, con el ingreso de Chávez como volante derecho, pasando el chileno Medel al fondo, en lugar del uruguayo Gunino. Y luego apostó por una fórmula de ataque más clásica, con Mouche por los costados y Palermo por el centro. Con ese dibujo, Boca siguió manteniendo la hegemonía del juego y pudo generar varias chances para aumentar la diferencia, más allá de algún sobresalto en el fondo por una mala salida de Javier García. Pero la intensidad del encuentro fue bajando, a medida que los entrenadores metían variantes. Así el encuentro se fue cerrando sin demasiadas acciones de relevancia. Lo positivo para Boca fue que pudo elaborar muchas jugadas en ofensiva, pero concretó poco frente a un adversario muy limitado. Habrá que ver si en el balance del entrenador alcanzó con la producción de los primeros 45 minutos o seguirá insistiendo en la llegada de un delantero con gol para reforzar su plantel.
“Fue un partido muy amistoso, muy tibio, fácil. Siempre dominamos nosotros. El arquero de ellos sacó cinco o seis goles hechos”, señaló Basile tras el encuentro. “Me gustó el primer tiempo, después nos caímos un poco porque estamos en una etapa fuerte de la pretemporada”, remarcó el entrenador, que todavía no resolvió qué equipo pondrá mañana ante el Aris Salónica, en el cuarto amistoso de Boca en Europa.

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