Un escándalo se vivió hoy entre los equipos de novena división de River y Boca, cuando sobre el final del partido el árbitro cobró un penal a favor del equipo de Nuñez y los jugadores de ambos conjuntos se tomaron a golpes.En ese aspecto, como consecuencia de la trifulca, los futbolistas de Boca Ricardo Cabrera y Carlos Aguirre se retiraron ensangrentados.La mañana parecía tranquila en el predio que el elenco de Núñez posee en la localidad bonaerense de Ezeiza, pero todo empezó a complicarse cuando el árbitro Fernando Broin sancionó un polémico penal sobre la hora para el local, tras un centro frontal al área.Primero el entrenador "xeneize", Roberto Pompei, se levantó del banco y expresó su disconformidad con el fallo, pero luego se calmó y enseguida volvió el caos, ésta vez protagonizado por los chicos. En ese momento, se produjo la pelea entre los protagonistas, primero con discusiones y empujones, y luego con insultos, golpes y patadas, que incluyeron a los 22 jugadores.Entre los futbolistas de River que participaban del cotejo se encontraba Giovanni Simeone, hijo del entrenador de San Lorenzo, Diego Simeone, y la modelo Carolina Baldini, quien presenció el encuentro desde la tribuna.Giovanni ingresó a los 20 minutos del complemento. En medio de la gresca, Cabrera y Aguirre debieron retirarse del campo al tener sus rostros ensangrentados.A pesar del escándalo, el árbitro tuvo una curiosa decisión y fua la de mandar a todos los protagonistas al vestuario para dejar en cancha sólo al ejecutante del penal y al arquerito "xeneize".El jugador de River e anotó el gol y selló así en tiempo de descuento el polémico empate definitivo 2-2 para el conjunto de Nuñez, que perdía 2-0 el superclásico. Ahora se espera el fallo del Tribunal de Disciplina de la AFA, que tomaría severas sanciones para los futbolistas de ambos clubes.
