lunes, 31 de agosto de 2009

"..De la mano de Marino.."


Al Coco Basile le prepararon la mejor máquina del país. Los fierros más destacados del medio local, sumadas a un conductor experimentado y un gran resultado en las pruebas preliminares, todo para afrontar la carrera del Apertura. Esa que Boca quiere ganar, más que nada en este semestre, para recuperar la gloria y clasificar a la próxima Copa Libertadores. Y tras un revés que lejos estuvo de ser definitivo, levantó una desventaja de dos goles en contra y celebró un empate que tenía mucho olor a derrota.Boca, indudablemente con el mejor plantel, nombre por nombre, se encontró en su propio campo con un Argentinos Juniors que nunca le temió. Un rival que le planteó un juego combativo y letal, con velocidad y mucha gente del mediocampo para arriba. Fue por eso que al Coco le costó encontrarle la manija al partido, sin Riquelme, su caballito de batalla, pero con Insúa y Gaitán, responsables de la creación.Borghi hizo un planteo inteligente y salvo por algunas falencias en defensa (flojo en el juego aéreo), para Argentinos, el primer tiempo tuvo una calificación que rozó la excelencia. Porque cuando tuvo que aguantar lo suyo lo hizo sin problemas, porque controló el mediocampo y en ofensiva confirmó la idea del entrenador al poner a Nicolás Gianni, Gabriel Hauche e Ismael Sosa, tres hombres rápidos para jugar de punta.Es cierto que Boca tuvo las chances más claras en el comienzo del partido. Pero el equipo del Coco pecó en lo mismo que Argentinos y sufrió con el juego de arriba, con la diferencia de que el Bicho supo provechar sus situaciones. Los cabezazos de Hauche y Gianni a los 30 y 46 minutos, respectivamente, fueron dos cachetazos que podrían ser golpes de nocaut para cualquier equipo con aspiraciones. Pero no lo fueron para el Xeneize.Porque el Coco movió el banco para la segunda etapa y en un ratito puso las cosas en su lugar. Basile mandó a la cancha a Guillermo Marino y Ariel Rosada en lugar de Gaitán y Gary Medel, de pobre actuación, y la movida le salió muy bien. Porque el ex Tigres de Monterrey descontó con un cabezazo en el amanecer del complemento y alcanzó la igualdad con un remate desde afuera del área ante de los 6 minutos. Suficiente tiempo para meterse a la gente en el bolsillo en su regreso al país.Argentinos se bancó los dos golpes de pie, porque tuvo resto tras lo hecho en la primera etapa. Pero Boca siguió empujando y tuvo las chances para ganar un partido que parecía perdido, aún sin tener demasiadas ideas. Marino intentó una chilena en el área y por muy poco no se ganó un monumento en La Bombonera. Insúa se cargó el equipo al hombro y arrinconó a su rival con centros y pelotazos al área. Pero el Bicho resistió.El equipo de Borghi sólo se dedicó a resistir el punto, un premio agridulce, tras la imagen ganadora con la que se fue el equipo al descanso. Apenas tuvo un remate desde afuera de Sosa y un cabezazo de Caruzzo, que se fueron muy cerca del arco de Abbondanzieri.Con el resultado sobre la mesa, los dos terminaron con un gusto raro en la boca. Uno, porque tuvo la victoria en las manos y no lo consiguió ante el candidato de todos. El otro, porque si bien levantó un partido perdido, dejó una imagen negativa más allá de esa ráfaga que le permitió llegar al empate. Boca y Argentinos repartieron goles, momentos y puntos. Muchas emociones para un comienzo de campeonato.

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